LAS FRUTAS TAMBIÉN SE ENAMORAN

El amor es tan universal como el universo. Este conmovedor solo de guitarra es la presentación de una bonita historia de amor entre una naranja y una manzana; la letra es escasa, el mensaje conciso. He descubierto en profundidad al cantante de la mítica "The Year of the Cat"(Al Stewart) y me emociona, qué folk tan lindo; escuchadla tranquilamente.(Este post también sirve para reivindicar el poder creativo del "Paint". La historia de amor ha sido ilustrada por vagabunda)

Small Fruit Song

Said the apple to the orange:"Oh I wanted you to come
Close to me and kiss me to the core
Then you might know me like no other orange
Has ever done before"

http://goear.com/listen.php?v=029a48d

GLOBOS MORADOS Y JODOROWSKY
El fin de semana en Madrid prometía, al menos la segunda parte.Lo que tiene currar en un cole concertado es que hay una serie de actividades de carácter "implícitamente" obligatorias con las que todos cumplimos con la "mejor de nuestras sonrisas". Así que nos montaron a todos los profes del cole en un bus un sábado caluroso para llevarnos al Escorial a asistir a unas charlas pedagógicas de esas que sirven para todo menos para que los chavales dejen de ser unos mamones... Casi 10 horas de charlas con descanso para comer unas lentejas al estilo Santa Teresa de Jesús, que causaron todo tipo de efectos menos el éxtasis. Mensajes varios a Carmen y Sergio:por favor, venid a buscarme ya, acabo media hora antes,sacadme de aquíiii...y ellos, ángeles guardianes que andaban por la sierra me rescataron para ,tras recoger a Gema en una estación de metro perdida en la nada, llevarnos a la nueva casa de la Carmela. Preciosa. Y con unos vecinos de esos que te colocan las macetas encima de la cabeza para que cualquier día se te caigan encima, eso sí, muy bonitas. La zona mágica; escapaba de los agobios de Madrid, parecía un mundo aparte, además tiene su punto esto de ser un bajo y abrir la puerta y estar en la calle... Tras charla animada, decidimos que estábamos muertas para salir, pero no para meternos una pechada a pescado crudo( una vez más) en el asiático del barrio:" voy a vomitar, me he metido una bola de guasabi en la boca". Vuelta a casa, con borrachera psicológica y cansancio extremo. Cigarrito en la puerta debajo de la maceta(sabía que un par de cucarachas aparecerían)y charla y porno ochentero de la localia antes de ir a dormir(pero sin mariconadas).
Al día siguiente madrugón, coger el metro infinito que descendía a los infiernos literalmente, eso sí que es un trabajo profundo y no los de Sifredi... sentí incluso un pinchazo en el trasero, sospecho que se trataba de un tridente... antes de subir las escaleras del metro un globo morado( mi color adorado) que impulsado por el aire me sigue hasta la propia entrada del vagón:"esto es una señal"-sentencio antes de subir-. Visita al rastro de media hora(para ser tías, no está mal) y después feria del libro, No había mucha gente. Nos divertimos un montón en la caseta de información preguntando por libros que queríamos comprar y luego buscando los stan en cuestión, carrera arriba-abajo. Era divertido encontrarse por ellos a Ian Gibson, Pombo...a punto de irnos un amigo dice, me han dicho que está un tal Jodorowsky firmando. Temblor de la menda. Carrera para comprar uno de los "comics místico" que escribió en colaboración de Moebius y pitando a su caseta, casi vacía. Su cara resplandeciente como siempre. Firma a la gente sin mirar arriba y sin decir ni mu. Pongo mi comic y se sorprede, mira para arriba y yo ahí con la sonrisa enorme de no sé que hacer. Me pregunta como me llamo y dice que espera que me divierta leyéndolo. Le contesto. Nos besamos. Nos sonreimos. Me voy. Me echo a llorar.

EL METAFÍSICO MUNDO DEL GANCHILLO

Sí, me he dado a ello. Y creo que sé por qué se llama así este entretenimiento ancestral: porque engancha un montón( a parte de porque se utiliza un ganchito pequeñito para hacerlo). Me paso el día, cuando el tiempo lo permite, sumergida en espirales infinitas, como las que le gustan a Gema, que terminarán siendo bolsos kósmicos, carteras galácticas o bikinis psicodélicos. Es un universo a parte que te transporta, y puede, que con un poco de suerte, me translade este verano a los mercadillos de la España más cañí de la geografía. Admiro como mi abuela maneja con destreza las agujas con sus ojos"ochenteros"( bueno, más bien octogenarios), y ¿esto no es acaso un signo de inteligencia? los grandes artesanos están en nuestras casas, son las madres que cogen un par de retales y te hacen una falda o las abuelas, que dominan el mundo de la lana, los bordados, la gastronomía...todo esto tiene un toque que huele a ancestros, a primitivo, a cavernícolas que aprendieron a pintar en las cuevas o a tallar las piedras y los metales... todo me parece fascinante.Aquí os dejo algunas de mis primeras creaciones( hay por ahí alguna amiga que ya es un geniecillo, pero estas son las mias y me hace ilu)

Un futuro bolso

Carteritas